Desde el 1 de noviembre, 24 estados y Washington D-C han legalizado el uso recreativo de la marihuana. En los últimos días, los votantes de varios estados iban a decidir si legalizan o no la marihuana. 

Pero a medida que el consumo de cannabis se legaliza y se generaliza, también aumenta el número de niños que sufren daños por ingerir productos con infusión de cannabis. Sea legal o ilegal, votes sí o no, esta es una advertencia que todos los padres deberían escuchar.

Este año el estado de Maine ha batido el récord de niños que han ingerido marihuana accidentalmente.

Un padre en Iowa es acusado después de que su hijo de cuatro años se comiera su barrita de THC.

La academia americana de pediatría afirma que los productos con marihuana diseñados para tener el aspecto y el sabor de la comida o los caramelos normales los hacen muy atractivos y peligrosos para los niños.

El número de niños enviados a la sala de emergencias por intoxicación con marihuana ha aumentado en más de un 1.000% en solo cinco años y los pediatras advierten que cualquier cosa con THC puede ser perjudicial para los niños.

"Pueden tener mareos, alucinaciones, ritmo cardíaco elevado, dificultad para hablar, problemas respiratorios, síntomas realmente aterradores", comentó Dominic Lucia, doctor en Medicina de Urgencias en Baylor Scott & White Health. 

El ingrediente activo de la marihuana es el THC. Esta es la sustancia química que hace que te sientas la "euforia" al consumir marihuana.

Dominic Lucia, plantea peligros a corto y largo plazo para los niños, como problemas con las conexiones entre los nervios que pueden afectar a la memoria, el aprendizaje y el coeficiente intelectual.  

También puede provocar trastornos mentales como depresión y ansiedad. Además de conducir a un mayor riesgo de consumo de sustancias en etapas posteriores de la vida. Por tanto, es importante que si cree que su hijo ha comido o bebido THC, busque ayuda inmediatamente. 

"Hay que evaluarlos y, a menudo, se pueden administrar cuidados de apoyo", agregó Dominic Lucia

A diferencia de fumar, que produce efectos inmediatos, los comestibles de THC pueden tardar entre 30 minutos y una hora en hacer efecto y hasta tres o cuatro horas en alcanzar su máxima potencia.

La intensidad de los efectos varía en función del tamaño de tu hijo, del mismo modo que los medicamentos pueden afectar a las personas de forma diferente.

Si cree que su hijo puede haber consumido THC, puede comunicarse inmediatamente a la línea directa del Centro de Toxicología al 1-800-222-1222.