Los jóvenes de 20, 30 y 40 años tienen que tener cuidado con muchos problemas de salud. En los últimos años, los médicos han observado una tendencia preocupante: el aumento de los accidentes cerebrovasculares, entre los adultos más jóvenes, un grupo demográfico que antes se consideraba de bajo riesgo.

Hasta hace poco, el ictus no era uno de ellos. Los nuevos datos revelan un aumento en adultos jóvenes que se enfrentan a una batalla inesperada contra este tipo de accidente cerebrovascular. 

Los expertos señalan que las malas elecciones de estilo de vida son el principal factor de riesgo.

El tabaquismo, las dietas poco saludables, la falta de ejercicio y el aumento del estrés han desempeñado un papel importante, porque conducen a problemas como el colesterol alto, la hipertensión y la obesidad.

Sin embargo, un factor de riesgo que la mayoría de la gente no tiene en cuenta tiene que ver con los ajustes quiroprácticos.

Los médicos afirman que las rotaciones fuertes y rápidas del cuello durante estos procedimientos pueden causar daños en las arterias vertebrales que suministran sangre al tronco encefálico.

"Vemos cinco, si es un mal año, hasta ocho o 10 al año por hospital, y algunos de ellos pueden ser bastante devastadores porque el tronco encefálico y el cerebelo están en un compartimento cerrado y que solo tanto espacio", comentó Melissa McDonald, médico neurohospitalista en Mckay Dee Hospital ubicado en Ogden, Utah. 

Los síntomas del ictus en los adultos jóvenes son similares a los que se observan en los adultos mayores: debilidad o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna, cambio repentino en el habla, dificultad para caminar o mantener el equilibrio, y fuertes dolores de cabeza y cambios repentinos en la visión.

Cualquiera de estos síntomas requiere atención médica inmediata, pero los médicos afirman que los adultos jóvenes tienden a esperar más que los mayores para acudir a la sala de emergencias.

Por su parte, la doctora Melissa McDonald afirma que los adultos jóvenes se enfrentan a un mayor riesgo de complicaciones derivadas del edema cerebral tras un accidente cerebrovascular, debido al tamaño relativamente mayor de su cerebro dentro del cráneo en comparación con las personas mayores.