Recomendaciones para evitar la pérdida de masa muscular
Probablemente, ya sabe sobre la importancia de construir y mantener los músculos, pero esto puede brindar beneficios adicionales, incluso más allá de la salud física.
¿Sabe a qué edad empezamos a perder músculo de forma natural?
En realidad, desde los 30 años. Según Harvard Health, es entonces cuando empezamos a perder hasta un cinco por ciento de la masa muscular cada década.
A los 80 años, el 50 por ciento de los adultos padece una afección denominada sarcopenia, definida como la pérdida gradual de masa y fuerza muscular debido al envejecimiento.
"Sabía que necesitaba hacer ejercicio, pero nunca me tomaba el tiempo para hacerlo", comentó Joyce Jackson, paciente.
Pero perder fuerza no solo hace que los adultos mayores sean más propensos a caídas y fracturas. Un nuevo estudio de Johns Hopkins revela que también puede aumentar el riesgo de demencia.
Mediante escáneres de resonancia magnética, los investigadores descubrieron que los adultos mayores con músculos esqueléticos más pequeños tenían un 60% más de probabilidades de desarrollar este trastorno cerebral.
Los investigadores prestaron especial atención al músculo temporal, situado a los lados de la cabeza.
El nuevo estudio indica que esas personas también son más propensas a obtener peores resultados que sus homólogos en pruebas cognitivas y de memoria.
"Eso equivale a unos 150 minutos de actividad física de moderada a intensa a la semana", indicó Kristen Beavers, profesora de investigación de la Universidad de Wake Forest.
Kristen también recomienda al menos dos días de actividades de levantamiento de pesas que fortalezcan los músculos.
"Creo que es muy importante pensar en el ejercicio como contramedida a la pérdida de masa muscular y ósea cuando un adulto mayor pierde peso", expresó Beavers.
Los expertos añaden que consumir suficientes proteínas, así como cantidades adecuadas de vitamina D, calcio y otros minerales saludables, puede ayudar a prevenir y tratar la pérdida de masa muscular.
Un coautor de ese estudio de Johns Hopkins añade que los radiólogos pueden analizar los cambios musculares en sus pacientes a través de la mayoría de las máquinas convencionales que escanean la zona cerebral a través de imágenes de resonancia magnética, diciendo que puede conducir a la detección precoz y a intervenciones para ayudar a los adultos mayores a prevenir o ralentizar la pérdida muscular.