La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 240 millones de personas en el mundo están expuestas a niveles inseguros de plomo tóxico en el agua que beben.

Sin embargo, una nueva tecnología hará más fácil y menos costoso analizar el agua que usted y su familia beben.  

Flint Michigan fue noticia cuando los niveles de plomo en los niños se duplicaron. Pero no son los únicos. Se han encontrado altos niveles de plomo en el agua del grifo en Chicago, Baltimore, Detroit, Milwaukee, Newark, Nueva York, Pittsburgh y Washington D-C.

Un análisis del Consejo Nacional de Defensa de los recursos descubrió que el 56% de la población estadounidense bebe de sistemas de agua con niveles detectables de plomo.

"Una vez que entran en el ser humano, se acumulan con el tiempo", comentó Jia Xu Brian Sia, científico de materiales.

La actual normativa EPA exige que el agua potable no contenga más de 15 partes por billón de plomo.

"La cantidad correcta es literalmente cero", expresó Luigi Ranno, asistente de investigación.   

Las pruebas actuales son costosas, utilizan grandes equipos y tardan días en obtener resultados. Sin embargo, un nuevo equipo del MIT ha desarrollado un nuevo sistema que utiliza un sencillo detector basado en un chip que emplea la luz para detectar el plomo.

La normativa actual de la agencia de protección del medio ambiente exige que el agua potable no contenga más de 15 partes por billón de plomo. "La cantidad correcta es literalmente cero", precisó Ranno. 

Mediante el uso de chips fotónicos, en menos de cinco minutos, el nuevo sistema puede detectar niveles tan bajos como una parte por mil millones. El sistema es portátil, barato y muy preciso. Por lo que planean llevarlo de este laboratorio al mercado en casa en un plazo de dos años, con la esperanza de salvar vidas en todo el mundo.

Demasiado plomo puede afectar al desarrollo del cerebro en los niños, causar defectos de nacimiento, puede causar daños en el cerebro y los riñones, y puede interferir con la producción de glóbulos rojos que transportan oxígeno a todas las partes del cuerpo.

Una vez en el cuerpo, el plomo puede almacenarse en los huesos durante años. La tecnología MIT no solo puede detectar plomo, sino que también puede adaptarse para detectar cadmio, cobre, litio, bario, cesio y radio.